La medicina integrativa es un enfoque de la atención médica que considera al individuo como un todo complejo, desarrollándose en un entorno concreto y donde determinadas circunstancias pueden afectar su salud. Este enfoque se centra en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la curación o estabilización de esta. Este enfoque se centra en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la curación o estabilización de esta.
La medicina integrativa combina tanto las medicinas complementarias y alternativas, como las convencionales, y su objetivo es ver al paciente como un todo, en lugar de solo tratar una enfermedad en particular. Al contemplar al paciente de manera integral, se pueden identificar posibles desequilibrios que puedan desencadenar una enfermedad.
La OMS reconoce que las terapias tradicionales, las terapias naturales y la medicina occidental pueden combinarse de forma armoniosa y beneficiosa. Debido al aumento de la cronificación de las enfermedades, la colaboración entre los sectores de la medicina convencional y las medicinas complementarias es cada vez más urgente. La OMS también afirma que, si bien los ensayos clínicos controlados aún pueden ofrecer numerosas enseñanzas, otros métodos de evaluación son igualmente valiosos, como los estudios de resultados y eficacia clínica.
La correcta armonía entre cuerpo, mente y psique es el campo más importante a tener en cuenta en la búsqueda del mantenimiento de la salud. Una buena anamnesis y exploración clínica pueden mostrar perfiles o tendencias de los pacientes hacia posibles desequilibrios, que pueden desencadenar una enfermedad. También es importante tener en cuenta el entorno y actuar en consecuencia.